Empresas y economistas alertan sobre costos elevados y posibles pérdidas de empleo mientras líderes políticos critican las medidas que afectarían la economía global
Aranceles impuestos por Trump del 25% a México y Canadá afectarán precios y empleo mientras mercados caen y líderes advierten sobre el impacto en la inflación y el comercio internacional
El panorama económico norteamericano enfrenta un dramático giro proteccionista mientras el reloj avanza hacia la medianoche del martes, momento en que entrarán en vigor aranceles del 25% a México y Canadá por orden del presidente Donald Trump. La medida ha provocado una inmediata caída del 2% en el índice S&P 500 durante la tarde del lunes, evidenciando la preocupación de los mercados ante el impacto inflacionario y comercial de esta decisión.
«Mañana, aranceles del 25% sobre Canadá y 25% sobre México. Y eso comenzará, van a tener que tener un arancel», declaró ayer Trump a los reporteros en la Sala Roosevelt, justificando la medida como necesaria para obligar a ambos países a intensificar su lucha contra el tráfico de fentanilo y detener la inmigración ilegal, aunque también ha señalado su intención de reducir los desequilibrios comerciales.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau respondió contundentemente afirmando que «no hay justificación» para estos aranceles y advirtiendo que «los estadounidenses pagarán más por alimentos, gasolina y automóviles, y potencialmente perderán miles de empleos», mientras anunció que Canadá impondrá aranceles del 25% sobre productos estadounidenses valorados en 155.000 millones de dólares canadienses (107.000 millones de dólares estadounidenses) a lo largo de 21 días.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum adoptó una postura más cautelosa antes del anuncio de Trump indicando que «es una decisión que depende del gobierno de Estados Unidos, del presidente estadounidense», mientras aseguró que «cualquiera que sea su decisión, tomaremos nuestras decisiones y hay un plan, hay unidad en México», tras haber enviado 10.000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera compartida.
Impacto económico y reacción empresarial
El secretario de Comercio Howard Lutnick aseguró que la administración Trump mantiene la confianza en que los aranceles son la mejor opción para impulsar la manufactura estadounidense y atraer inversión extranjera, citando como ejemplo la expansión de inversión del fabricante de chips TSMC en Estados Unidos debido a la posibilidad de aranceles separados del 25% en su sector.
Sin embargo, empresas desde Ford hasta Walmart han advertido sobre el impacto negativo que los aranceles podrían crear para sus negocios, mientras análisis del Peterson Institute for International Economics y el Yale University Budget Lab sugieren que una familia promedio podría enfrentar aumentos de precios de más de 1.000 dólares, consecuencias que el economista Eswar Prasad de Cornell University califica como «muy disruptivas para las cadenas de suministro y la capacidad de las empresas para operar eficazmente«.
Los demócratas fueron rápidos en criticar los aranceles anunciados por empeorar la inflación y alienar a los aliados, con el líder demócrata del Senado Chuck Schumer de Nueva York declarando que los votantes en las últimas elecciones estaban principalmente molestos por la inflación «y ahora Donald Trump la está empeorando», mientras la senadora Amy Klobuchar predijo que el costo de los fertilizantes aumentará para los agricultores de Minnesota.
Esta escalada arancelaria forma parte de una estrategia más amplia de Trump que incluye aranceles del 20% para China a partir del martes, la eliminación de exenciones de sus aranceles de 2018 sobre acero y aluminio, y el plan de implementar en abril aranceles «recíprocos» que igualarían la tasa cobrada por otros países, incluyendo subsidios e impuestos al valor agregado, medidas que amenazan con transformar radicalmente el panorama del comercio internacional.