La temporada de los Sixers ha sido un verdadero viacrucis. A la ausencia de Joel Embiid, quien probablemente pasará por el quirófano, se suma ahora la baja de Eric Gordon. El escolta deberá estar fuera al menos tres meses tras someterse a una astroscopia en su muñeca.

¿Philadelphia tira la toalla?

Con esta nueva lesión, surgen dudas sobre el rumbo del equipo. Perder a Gordon significa menos opciones en una rotación ya debilitada, lo que podría inclinar la balanza hacia una estrategia de acumulación de derrotas. ¿La razón? Evitar ceder su pick de primera ronda a Oklahoma, siempre que este quede fuera del Top 6.

Un aporte que se esfuma

Gordon venía desempeñando un rol clave debido a la escasez de efectivos. En sus últimos 19 partidos, promedió 23 minutos, 9 puntos y 2,1 asistencias, con un impresionante 49% en triples. Un jugador de rotación valioso que ahora deja un hueco difícil de llenar.

Datos claves de la crisis en Philadelphia:

Lesiones: Embiid y Gordon fuera, afectando el núcleo del equipo.
Estrategia: La posibilidad de priorizar derrotas para conservar su selección del draft.
Eficiencia perdida: Gordon lideraba con un 49% en triples antes de su baja.
Impacto inmediato: Reducción de opciones ofensivas y profundidad en la banca.

Una temporada para el olvido

Mientras tanto, Paul George decide pausar su podcast para enfocarse en la temporada, aunque la medida parece más simbólica que efectiva. En Philadelphia, ni siquiera hace falta una orden para perder partidos. La crisis está instalada y el futuro se ve cada vez más gris.

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