El USTR cuestionó la cuota de mercado de América Móvil. La llegada del magnate a la 4T ahuyenta a nuevos jugadores.

En medio de la tensión por la guerra arancelaria detonada por Donald Trump un detalle pasó desapercibido: Jameson Greer, representante comercial de la Casa Blanca, cuestionó la concentración que existe en México en el sector de las telecomunicaciones, concretamente por la centralidad de América Móvil.
Greer, mediante un documento, reconoció las “profundas reformas” que dieron vida al IFT y que posibilitaron que millones de mexicanos accedieran a un servicio de Internet durante la última década, pero manifestó que todavía es necesario un contexto legal y regulatorio que posibilite que más empresas compitan en el mercado, pues éste sigue concentrado en un 70% por un solo grupo económico, el que conduce Carlos Slim.
“La posición consolidada de este proveedor dominante, en particular en el mercado de servicios móviles, demuestra la necesidad de una aplicación rigurosa de las regulaciones que el IFT adoptó para abordar la condición de agente económico preponderante”, señaló.
El mensaje llega en un momento en el cual en el empresariado mexicano se menciona cada vez más la intención de la compañía estadounidense AT&T de vender su participación en el país, especialmente por el entendimiento de que es casi imposible competir con Slim. Es la misma situación de la española Telefónica, que también busca desde hace meses a quién transferirle su base de clientes.
Entre octubre y diciembre pasados, AT&T perdió 5.5% de sus ingresos en el negocio de celulares y 4.2% sus ingresos generales; también bajó en 2.1% sus ventas de teléfonos y cayó en 25.6% su nivel de revendedores.
La empresa facturó 4,232 millones de dólares en todo 2024, un 7.6% arriba del dato de 2023. Pero este nivel de facturación quedó por debajo del extraordinario aumento del 25.1% registrado para todo el ejercicio de 2023 y del aumento del 14.5% anunciado para 2022.
El problema para vender el negocio, en evidente estancamiento, es que en el ámbito de las telecomunicaciones es bien conocida la llegada de Slim al Gobierno y esa realidad, que se refleja en cuestiones regulatorias, hace que incursionar en el país para eventuales competidores sea poco atractivo.