De acuerdo con el periodista Enrique Quintana, una de las razones es que la gasolina subió más que la inflación
El gobierno federal, encabezado por la presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo, ha planteado la posibilidad de un pacto con los distribuidores de gasolina para fijar un tope de 24 pesos por litro del líquido en la gasolina regular.
Esto suena muy bien para el bolsillo de los ciudadanos, sin embargo, hay un detalle: que el sector privado ha dicho que solamente aceptarían esta condición si el gobierno reduce el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobra por litro.
En cambio, Hacienda quiere mantener el impuesto y el gobierno plantearía, aún así, imponer el tope.
Sobre el caso habla el periodista Enrique Quintana en su columna Coordenadas publicada el pasado viernes.
En ella, analiza los puntos clave del tema para entender qué tan viable es la propuesta.
– El precio actual supera el techo propuesto. En este punto, el periodista señala que, según PETROIntelligence, el precio promerio de la gasolina regular fue, el jueves, de 24.26 pesos por litro en México. O sea, 26 centavos más caro de lo que el gobierno pretende fijar.
– La gasolina subió más que la inflación. Quintana expone que, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la gasolina regular aumentó 7.7% durante un año, de enero de 2024 a enero de 2025.
Esto la coloca 4.1 puntos arriba de la inflación, que fue del 3.59%. En 2024 pasó algo parecido, pues la gasolina subió 6.8% mientras que la inflación fue del 4.2%. No se ha logrado que el precio de la gasolina crezca por debajo de la inflación.
– Tipo de cambio. El periodista explica que México importa la mayor parte de su gasolina desde Estados Unidos, donde el precio subió un 3% en 2024.
Sin embargo, el peso se depreció cerca del 20% frente al dólar, lo que encareció el precio en pesos de la gasolina importada en aproximadamente 23%. Aún así, ese impacto casi no se reflejó en el precio al consumidor.
– IEPS: menos recaudación de lo esperado. La Ley de Ingresos, en 2024, esperaba recaudar 456 mil 389 millones de pesos por concepto de IEPS a gasolinas. Sin embargo, la realidad fue otra, pues Hacienda solo btuvo 403 mil 583 millones, o sea, 52 mil 806 millones menos de lo previsto. Esto, porque los subsidios al IEPS que el gobierno aplicó para evitar un alza mayor en los precios.
– En 2025, menos subsidios y más recaudación. Este año, la Ley de Ingresos fija una meta de 473 mil 578 por IEPS a gasolinas, un 17% más que lo efectivamente recaudado en 2024, sin embargo, el gobierno no quiere repetir los subsidios del año pasado, pues no hay elecciones y se busca reducir el déficit público.
– Consumo de gasolina. En 2024, la venta de gasolina creció un 2.2%, un alza moderada a pesar del boom en la venta de autos nuevos. En 2023 el consumo había caído 2.5%.
– Competencia en el mercado. De acuerdo con la Cofece, aunque en México hay más de 300 marcas de gasolineras, Pemex sigue siendo el principal proveedor. La competencia de marcas es más fuerte en ciudades grandes, sin embargo, en zonas rurales la situación es distinta, pues hay menos opciones y son prácticamente anticompetitivas.
Si Pemex no baja sus precios y Hacienda no reduce el IEPS, la única manera de llegar al tope de 24 pesos por litro sería reducir por presión política el margen de utilidades de las gasolineras, lo que, según Quintana, tendría dos riesgos:
Menos estaciones de servicio y desaparición de marcas y mayor venta ilegal de gasolinas (huachicol).
“A nadie le gusta que suba la gasolina, pero cuidado: las soluciones apresuradas pueden generar problemas más grandes que los que presuntamente resuelven”, concluye la columna.